domingo, 9 de diciembre de 2012

Una espadaña


Una espadaña es una estructura mural (construida en un muro) que se prolonga verticalmente sobresaliendo del resto de la edificación y suele acabar en un pináculo. Puede disponer de uno o más vanos para albergar campanas. Ya en el románico se daban en Europa estas estructuras, si bien se optaba en general por construcciones más complejas. El término procede del latín gladius que significa espada. Habitualmente se alzan sobre el hastial (parte superior triangular de la fachada de un edificio) de poniente, o sobre los muros laterales de la iglesia, aunque en algunas ocasiones se alza sobre el hastial este o en un muro independiente adosado al templo.
Las espadañas son peculiares elementos de la arquitectura desconocidas para muchas personas. Éste sencillo elemento supone un abaratamiento del coste que conlleva construir un robusto campanario. Su origen está en la arquitectura medieval del siglo XIII, época caracterizada por la escasez de la mayoría de ciudades europeas.






Un ejemplo, de los muchos tipos de pilastra



Una espadaña en un convento Franciscano


El convento Franciscano de la Purísima Concepción fue fundado en 1517 por Fray Alonso de Sotomayor. Está situado en la localidad de Herra, en Badajoz. Fue a mediados del siglo XVIII, cuando su comunidad estaba formada por 36 sacerdotes, 12 coristas, 10 legos y 6 donados, el momento en el que el convento alcanzó su mayor esplendor. Estuvo habitado por los frailes hasta 1835, en que se suprimió por la desamortización de Mendizábal. Los restos del convento que aún quedan levantados hoy, nos dan una idea de la grandeza de éste. Contenía una espadaña con dos vanos y campanas.

En esta fotografía se puede apreciar la magnitud de la espadaña en el convento


Una espadaña en Zafra

En Zafra hay un gran número de espadañas, principalmente en iglesias, conventos, etc. Las espadañas que más me han interesado a mi, han sido la de la iglesia de Santa Marina y la del convento de Santa Catalina. En éstas, las espadañas forman parte de la iglesia, donde se utiliza como campanario o campanil, diferenciándose de ellos en que su acceso no se alberga en el interior.

En frente de la espadaña en la iglesia de Santa Marina

 Con la espadaña de Santa Marina al fondo

Cerca del convento de Santa Catalina y su espadaña

sábado, 8 de diciembre de 2012

Aquí nació Dulce Chacón


En la calle Pasteleros, número 2 nació Dulce Chacón el 3 de junio de 1954 en Zafra, Badajoz. La casa constaba de tres plantas, la tercera fue en su día un doblao. Dulce trabajó tanto la poesía, como la narrativa y el teatro con igual éxito. A pesar de morir el 3 de diciembre de 2003, sus importantes escrituras aún hoy perviven.
Dulce Chacón nació en una casa conservadora y pudiente de Zafra. Su padre Antonio Chacón, fue alcalde de Zafra durante la dictadura de Franco. Antonio Chacón también era una persona culta que tenía inquietudes literarias, ya que escribía con el seudónimo de “Hache”, y leía poesía a su familia. Gracias a él se despertó la vocación literaria de Dulce. La niña creció feliz hasta la muerte de su padre, cuando ella tenía 11 años. Entonces, un año más tarde, su familia decidió trasladarse a Madrid.
Dulce e Inma, su hermana gemela, fueron a estudiar a un internado. Fue allí donde Dulce comenzó a escribir poesía, en un esfuerzo por evadirse de las difíciles circunstancias personales que estaba viviendo. Se inspiró en poetas como Celan, Rilke, César Vallejo y José Ángel Valente que fueron los que dejaron mayor huella en su estilo poético.

La escritora disfrutaba redactando poesías entre otras cosas

Su trayectoria literaria


Aunque Dulce Chacón empezó a escribir muy pronto no publicó su primer libro, el poemario Querrán ponerle nombre, hasta 1992. Con su tercera obra poética Contra el desprestigio de la altura (1995), ganó su primer premio. En 1996 publicó su primera novela, Algún amor que no mate, sobre una mujer maltratada por su marido. También escribió diferentes obras teatrales, tales como Segunda mano. Una de sus novelas más importantes  fue Cielos de barro, una novela coral ambientada en la Extremadura de la posguerra, que Chacón presentó a la edición de 2000 del premio Azorín bajo el seudónimo "Hache". La novela, que obtuvo el galardón, estaba dedicada a Antonio Chacón, el padre de Dulce. El título fue un "regalo" del escritor Julio Llamazares. Su siguiente novela fue La voz dormida, publicada en 2002. Chacón tardó cuatro años en completarla, habiendo comenzado a reunir material incluso antes de la publicación de Matar al ángel y Cielos de barro. La novela obtuvo el premio Libro del Año 2003, otorgado por el Gremio de Libreros de Madrid.

Dulce Chacón mostró gran importancia a los difíciles años de la posguerra

La escritora  redactó  algunas obras literarias más, pero su muerte prematura terminó con su carrera. Un cáncer de páncreas acabó con la vida de Dulce Chacón el 3 de diciembre de 2003 en  Brunete, Madrid. Sus cenizas fueron depositadas en  Zafra. Otra parte de ellas  fueron esparcidas en las montañas de El Torno, un pequeño pueblo del Valle del Jerte.

La placa de la escritora en Zafra

Debajo de la placa de Dulce Chacón


viernes, 7 de diciembre de 2012

Murallas de Zafra: la estatua de Santiago Matamoros


En el año 1394 la ciudad de Zafra fue donada por Enrique III a Gómez Suárez de Figueroa, quien hasta entonces había sido camarero de la Reina e hijo del Gran Maestre de la Orden de Santiago. Don Lorenzo Suárez de Figueroa empieza poco a poco a hacer de Zafra el centro del Señorío de Feria. Continuó con la construcción de la muralla, empezada a construir por su padre. La construcción  de las murallas duró desde 1426 hasta 1449.
La muralla estaba formada por cuatro puertas que eran: la puerta de Badajoz (o Arco del Cubo), la puerta de Jerez (o Arco de Jerez), la puerta de Sevilla y la puerta de los Santos.

La puerta de Badajoz y el Arco del Cubo


La puerta de Badajoz, que se abría dentro del baluarte del Cubo, nos permite señalar que la muralla de Zafra tenían una doble misión: proteger y salvaguardar la producción artesanal y el comercio local de un entorno inseguro, sobre todo en la noche, y controlar fiscalmente a 108 mercaderes y artesanos. La puerta perdió su apariencia y su nombre cuando en el siglo XVII se cegó y se abrió en el lienzo de muralla un nuevo arco más capaz, el llamado Arco del Cubo.
El Arco del Cubo de Zafra corresponde a la puerta norte de la villa de Zafra, la puerta de Badajoz, quizás la más importante de las que tuvo la villa. El arco en sí es obra tardía (del siglo XVII) pues la antigua puerta estaba en el torreón anejo el arco. En éste se encuentra la figura de Santiago Matamoros.


Una visión general del Arco del Cubo

Debajo del Arco del Cubo


El arco visto desde una perspectiva diferente



Santiago Matamoros


Los Feria estuvieron muy unidos a la Orden de Santiago, por eso la estatua  se supone que es de Santiago Matamoros. Recibía este nombre por la representación iconográfica del apóstol Santiago el Mayor cuando se le representa tal como se le describe en las crónicas medievales, según las cuales formó parte de los cristianos contra los musulmanes durante la Batalla de Clavijo y ayudó milagrosamente a derrotarlos. En la figura de Santiago Matamoros aparece empuñando una espada, montado en un caballo blanco y arrollando a un grupo de moros (denominación usual de los musulmanes) caídos por tierra sobre sus pies.

Pero en la figura que hay en el Arco del Cubo o Puerta de Badajoz aparece, según dicen, Santiago Matamoros. Aunque no se sabe con seguridad si es él, pues falta una de las características más importantes: no hay ningún grupo de “moros” o musulmanes a sus pies. Por eso está la duda de si realmente esa estatuilla es el apóstol Santiago.

Enfrente de la supuesta figura de Santiago Matamoros


La figura del apóstol Santiago en su caballo